Buscar este blog

lunes, 30 de mayo de 2016

Begoña Zurbero

Begoña Zubero (Bilbao, 1962) estudia fotografía en la School Visual Arts de Nueva York y en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Su obra se vincula al genero de la fotografía documental que actualiza mediante una personal poética de la mirada y un fuerte compromiso ético. Sus primeras series en blanco y negro, tomadas en la ciudad de Nueva York están influidas por el civismo documentalista de fotógrafos como Walter Evans. Otras series posteriores abordan el género del bodegón mediante la asunción del ready made y la exaltación de la vida secreta de los objetos cotidianos, llegando más tarde hasta la fotografía abstracta en experimentación esencialista con las formas de la luz.
 

Uno de sus proyecto más ambicioso hasta la fecha lleva por título Existenz y traza un recorrido visual por los restos arquitectónicos y públicos en las ciudades que han sido víctimas de regímenes totalitarios en e l siglo XX: Roma, Berlin, Moscú, Yerevan o Varsovia, “Existenz – dice Begoña Zubero- es un proyecto fotográfico que recorre espacios que han sido testigos de hechos extraordinarios y estremecedores de la historia del siglo XX, traumáticos para la población que los vivió y determinante para entender el contexto político - social que nos rodea. Este recorrido no pretende quedarse en registro documental o en fotografía de arquitectura, sino que insiste en transmitir a través de la imagen los hechos y situaciones que en ellos se produjeron”.

El último capítulo, como colofón de Existenz ha tenido lugar en Armenia, cuyas fotografías realizadas por Zubero en 2007 presentamos ahora bajo el título de Cas & Gas, definido así por su autora: “Cas and Gas” es un proyecto fotográfico desarrollado en Armenia durante el verano de 2007 que busca un análisis de la realidad a través de la plástica, contraponiendo imágenes de sus casinos y gasolineras esparcidos enlas carreteras del país. El juego está prohibido en el centro de las ciudades y los curiosos y sugerentes casinos se encuentran diseminados a lo largo de las carreteras. Construcciones, ambas chocantes, en la monotonía del paisaje armenio. Sus fantasiosas fachadas y luces de neón recuerdan otros casinos, otras gasolineras a los que pretenden imitar, pero que están muy lejos de sus referentes y por ello resultan originales y únicos. Las gasolineras aparecieron al final de la guerra con Azerbayan (1988 - 1994) y significaron la primera señal de luz en el entorno urbano de un país que tenía desmantelado el tendido eléctrico. Los casinos emergen de la noche con atractivas sugerencias temblorosas y palpitantes. Las gasolineras dan sentido y articulan la vida en lascarreteras, abastecen y entretienen desplegando sus luminosos encantos. Desde un punto de vista externo estas “visiones” aparentemente extrañas en nuestro entorno cotidiano nos conducen a ese idioma común, universal, desatado por la ensoñación y la fabricación de paraísos. Los armenios, pueblo que sufrió el primer genocidio del siglo XX, siguen inmersos en una realidad dura e incierta donde todavía se lucha por reactivar un país bastante aislado, olvidado por la Comunidad Internacional y sin buenas relaciones con sus vecinos. La historia pesa y los viejos conflictos siguen latentes. La tradición y la religión cohesionan una sociedad con poca esperanza de modernidad”.

Ha sido galardonada con el I Premio Internacional de fotografia Pilar Citoler. Sus exposiciones individuales mas  recientes se han desarrollado en Galeria Altxerri (San Sebastian), EXISTENZ, la Sala BBK Elkano de Bilbao, Literaturhause (Salzburgo), la Galería Espacio Marzana (Bilbao), el Centro Cultural Montehermoso (Vitoria–Gasteiz) o la galería EL Labo de Burdeos. Asimismo, ha participado en numerosas muestras colectivas como “Espacio reales – espacios ficticios” en el Edificio Tabacalera de Donostia, el Instituto Cervantes de Roma, el Proyecto 7x7x7 de la Sala Rekalde de Bilbao, la Fundación Telefónica de Madrid, la Galería 4th floor en Manchester, varias ediciones de Arco y en la ultima edición de Dfoto en San Sebastián.
También ha colaborado con los departamentos de educación de diferentes museos impartiendo cursos y seminarios como en el Proyecto “Aprendiendo a través del arte” de los museos Guggenheim New York y Guggenheim Bilbao, talleres sobre fotografía urbana en el Museo de Bellas Artes de Bilbao o los cursos del departamento de educación del Museo Artium en Vitoria–Gasteiz.
Su obra forma parte de colecciones como la de Diputación Foral  de Bizkaia, el Fotomuseum de Zarauz, las Juntas Generales de Bizkaia, La Fundación Museo Artium o los fondos de la Fundación Ordóñez–Falcón, entre otras. 

http://www.bzubero.es/
 
https://www.youtube.com/watch?v=S4iU7yZ74B4



Escrito por: Sonia Torres de Dios
1º Fotografía

miércoles, 27 de abril de 2016

Mayte Vieta

Acerca de Mayte Vieta

 

El arte es el espejo del alma , ha dicho en alguna ocasión Mayte Vieta (Blanes, 1971). De esta afirmación se derivan múltiples concepciones sobre el arte y la creación, quizás la más importante para la artista es su capacidad de comunicar ideas como infinito, belleza, envejecimiento o muerte.

Por otro lado, y persiguiendo este fin, la artista se vale de la utilidad del arte para expresar, para sacar a la luz, catalizar el propio proceso de conocimiento, cohesión y consciencia personal, mediante la representación de sueños, pesadillas, miedos como la angustia o la claustrofobia, historias y hechos como las heridas o les perdidas, situaciones como la soledad, sentimientos y emociones contradictorias como el amor, el desamor, el placer y el dolor, el deseo realizado o transformado en la nada, posturas como la intolerancia, la sordera, la agresividad... Conceptos que todos y cada uno conocemos. Así pues, parece ser que la artista quiere que la acompañemos en este viaje de reconocimiento personal, ya que solo la consciencia y el conocimiento llevan a la calma, a la curación, a la vida... De la voluntad comunicativa nace la necesidad de Vieta de capturarnos con el atrevimiento, la provocación, la dramatización y la belleza de sus obras, eternas estrategias para dar paso a la contemplación.

Para conseguir esta contemplación, y transmitir un mensaje que casi siempre es emocional, también se vale de las disciplinas con las que trabaja - dibujo, escultura, fotografía y instalación- y de la recurrencia a determinados procedimientos técnicos - la disección, el asamblaje, el reciclaje, el fotocollage, la utilización de lentes y espejos, la presencia necesaria de la luz -. Los motivos o temas son los más conocidos para ella. El mar, paisaje cotidiano en su vida, asociado perdurable y inseparablemente a los hechos y sentimientos vividos. El cuerpo, el propio o el de cualquier mujer. La naturaleza representada a través de elementos físicos o elementos con una fuerte carga espacio-temporal, como son los animales o asociada románticamente al paisaje y a la belleza.

Debido a su vocación y facilidad hacia el dibujo y la pintura, Mayte Vieta inició sus estudios en la Escuela Massana de Barcelona (1987 - 1992), allí entró en contacto con la escultura, y aunque nunca abandonará el dibujo, pues es la materialización primera de sus creaciones, podemos decir que la escultura es la esencia o la base de su producción, y robadas o emuladas son sus características de tridimensionalidad, tacto y movimiento en todas sus fotografías.

La escultura también fue su carta de presentación al gran público, cuando aún era una estudiante en la exposición Al Ras. Figuras a la intemperie , comisariada por Miquel Molins y Rosa Queralt en el Centro Cultural La Caixa de Barcelona. En Palma Dotze se podrá ver una de sus últimas esculturas, Columpio (2000) una raíz realizada de manera muy realista en bronze, madera y hilo transparente, en ella se hace patente el gusto de la artista en trabajar manualmente y en contrastar materiales y elementos de diferente y contrastada naturaleza. En Vida (1995), una de las ya clásicas esculturas de Vieta, se materializa la consideración de la luz como detonante y componente, en este caso principal, de sus obras, por su condición de creadora de vida orgánica.

 

La luz, elemento químico consustancial a la técnica fotográfica es necesaria igualmente para la observación de muchas de sus obras, pues muchas se presentan retroiluminadas con luz natural o artificial, tenuemente iluminadas en su parte posterior con un pequeño foco de luz halógena como es el caso de Silencio (2001) la segunda serie con este título, derivada de la espectacular instalación presentada en la Sala Metronom de Barcelona en 1999. En ellas, la artista o una mujer atemporal, anónima , aparece desnuda y sumergida en agua, en posturas dislocadas o contorsionadas que nos remiten o conducen a múltiples significados contrastados: la libertad o la opresión, el aislamiento o la comunicación más básica, sitio de refugio o escapatoria, aquello conocido y familiar o aquello desconocido, el placer y la satisfacción, aquello que es origen de vida o también porque no de muerte. Aunque Vieta no se siente fotógrafa, en el sentido de buscar una inmejorable calidad o de practicar una técnica muy depurada, si más bien autodidacta y fascinada por la fotografía, pues necesita de su capacidad para captar el instante, impregnarlo de sensaciones, retenerlo en un espacio y un tiempo.

 

http://www.maytevieta.com/web.html
https://www.youtube.com/watch?v=THZjxTxQMBw


Escrito por: Sonia Torres de Dios
1º Fotografía

martes, 8 de marzo de 2016

Pablo Genovés

Las imágenes de Pablo Genovés (Madrid, 1959), uno de los fotógrafos españoles de mayor proyección internacional, componen un relato sobre una civilización que se desmorona. En el proceso de creación de sus imágenes, se apropia de estampas antiguas y fotografías del primer tercio del siglo XX, encontradas en mercados y anticuarios de Europa y posteriormente las combina con otras imágenes, apropiadas y originales, mediante técnicas digitales, dándoles un nuevo significado.
Obra de la serie 'La naturaleza de los dioses' (2011-2014), de Pablo Genovés. 

Los collages de Genovés son herederos de los primeros fotomontajes realizados por los dadaístas berlineses en los años veinte y treinta del pasado siglo, aunque ya existían antes trucajes fotográficos y tarjetas postales igualmente obtenidas por yuxtaposición de imágenes. También el surrealismo cultivó las posibilidades que ofrecía el fotocollage y el fotomontaje, para subvertir el lenguaje lógico de la imagen fotográfica, aunque los recursos de los que se sirvieron esos fotógrafos de la era analógica no pueden compararse a lo que ha aportado la revolución digital.
Gracias a las herramientas digitales, las fotografías de Genovés se acercan a la pintura y tienen la capacidad de crear ficciones. En esta exposición se puede contemplar una selección de sus fotografías coloreadas, pertenecientes a tres de las series más emblemáticas de su producción, realizadas entre 2009 y 2014.

'Geotransformación' (2014) de Pablo Genovés.

En la serie Precipitados, opulentos edificios barrocos y neoclásicos, símbolos del poder ideológico, económico y cultural de la vieja Europa, son anegados por mares embravecidos, ríos desbordados, aguas que ascienden vertiginosas arrastrando masas de hielo o destruidos por el fuego. En Cronología del ruido, las ruinas se adueñan de los interiores palaciegos. Queda el barro, ladrillos, piedras y escombros. En Antropoceno, la destrucción culmina con una naturaleza que se adueña de los espacios que antes estuvieron ocupados por el hombre. En esta serie, el artista se acerca a los motivos, se detiene en los detalles, amplía fragmentos donde antes ofrecía una mirada abarcadora del espacio, como puede apreciarse en Geotransformación (2014), una de las obras mas logradas de la muestra. En los collages, las olas encolerizadas, el agua, el hielo quebrado, las ramas invasoras y los muros desconchados, son una evocación del paisaje romántico sublime, que representa el dominio de la naturaleza sobre el hombre. Todo queda anegado, quemado y arrasado después de la catástrofe: los palacios, catedrales, museos, quioscos de música, teatros y bibliotecas.
Los visionarios fotomontajes de Pablo Genovés, son una metáfora de la desaparición de la civilización humana en el planeta. Sus fascinantes imágenes de pesadilla, en las que no está representada la figura humana, causan una sensación de miedo y admiración en el espectador y transmiten la idea de la urgencia de establecer una nueva relación entre el ser humano y la tierra que no esté basada en su expolio.

http://www.pablogenoves.com/

Sonia Torres de Dios
1º Fotografía

lunes, 15 de febrero de 2016

Pedro Javier Alcázar: El Niño de las Luces.




Pedro Javier Alcázar: El Niño de las Luces.





Pedro Javier Alcázar, lorquino (Lorca-Murcia) conocido con el pseudónimo “El niño de las luces”.
Fotógrafo reconocido a nivel nacional por ser referente dentro de la fotografía nocturna y pintura de luz comenzando su investigación en el año 2009.

Esta nueva técnica (Pintura de luz) se basa en la fotografía nocturna, y es en este ambiente fotográfico donde Pedro ha destacado por su creatividad y en el desarrollo de nuevas técnicas con el manejo de herramientas de luz. Llega a construir sus fotografías utilizando su expresión corporal y el manejo de sus herramientas de luz, dando como resultado imágenes que se transforman paralelas a la realidad y muestran personajes, escenas y formas de luz creadas en su totalidad con la manipulación de herramientas lumínicas.

Gracias a su progresión su trabajo ha destacado hasta el punto que en la actualidad imparte cursos de fotografía nocturna y pintura de luz por todo el país, tanto presenciales como ON LINE. Ha sido docente en talleres y convecciones fotográficas compartiendo su filosofía de la fotografía nocturna.
Ha estado presente en Congresos fotográficos de la talla de FOTOGENIO (Mazarrón)  http://fotogenio.net , compartiendo cartel con fotógrafos reconocidos y premiados a nivel internacional.

El niño de las luces es un amante de la pintura de luz, una nueva técnica fotográfica que se ha dado a conocer en todo el mundo, ahora es el momento de compartirla con todos mostrando un mundo lleno de posibilidades y en donde el fotógrafo participa en su totalidad en la realización de su proyecto fotográfico.

Ahora es el momento para conocer el maravilloso mundo de la fotografía de una manera divertida y participativa, desarrollando la creatividad.

Puedes encontrar sus trabajos y evolución en la web de “El niño de las luces”, www.elniñodelasluces.es , sitio web en donde se muestra una idea muy clara de lo que significa la pintura de luz real.


 Escrito por: Sonia Torres de Dios
1º Fotografía A2

martes, 26 de enero de 2016

Ignasi Aballí Sanmartí





Ignasi Aballí Sanmartí (Barcelona 1958) es un artista contemporáneo próximo a las prácticas conceptuales que desarrolla su obra a través de formalizaciones, técnicas y materiales diversos (Tipp-ex, luz, polvo, retales de periódico etc.). Estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, ciudad en la que vive y trabaja. Ha sido profesor en la Escuela Massana entre los años 1990 y 2007.
Ha expuesto en museos nacionales e internacionales como el MACBA (Barcelona), Reina Sofía (Madrid), Fundació Serralves (Porto), Ikon Gallery (Birmingham)) y ha colaborado en varias galerías y ferias de arte.

Obra



Su obra es una reflexión sobre los límites de lo artístico y su relación con la vida cotidiana, de donde el artista extrae la mayoría de sus materiales. El devenir del tiempo se recoge en las huellas que dejan la luz, el polvo, o incluso los restos de ropa que quedan en el filtro de la secadora, y el filtraje de la memoria se aborda sobre todo desde la información de los periódicos. La cantidad inasumible de información que nos proporcionan los medios de comunicación se presenta en sus obras para su contemplación que, aunque sosegada, no desvirtúa su esencia, la acumulación.

A menudo la obra se articula a partir de conceptos opuestos como azar/control, efímero/permanente, presencia/ausencia. Algunas de las obras están realizadas desde una actitud radical de no intervención, de dejar hacer, de tal forma que el material se transforma sin la acción física del artista: botes de pintura abiertos que se han secado, cartón teñido y transformado por la luz, erc. Se trata de un proceso que, aunque abierto al azar, parte de una metodología muy controlada y de unas condiciones previas que no deben alterarse.

Otra de sus preocupaciones es la de mostrar la presencia de las cosas a partir de su ausencia, como es el caso de una estantería vacía en la que los estantes arqueados por el peso nos hablan de unos libros que no están presentes, de los cuadros que se nos muestran a través de su reflejo en el suelo del museo, o del espejo cubierto de Típp-Ex en el que se alude a la imagen del propio artista que ha ido desapareciendo a medida que éste ejecutaba la obra.

Otras obras están vinculadas al preciso espacio donde se estén exponiendo y son concebidas entonces en relación a la arquitectura de modo de que son creaciones efímeras, durando solamente el tiempo de la exposición; los barnices aplicados directamente en la pared del museo, la pintura arrancada de un espacio para volverla a utilizar en la pared de otro o el rastro de las suelas de los zapatos apoyadas negligentemente en la pared, son algunos ejemplos de ello.

Actualmente, expone en el Museo Reina Sofía: “Sin principio/Sin final”. Ignasi Aballí propone una reflexión conceptual sobre la representación y la percepción de medios como la pintura, el objeto, la fotografía, la ficción, el cine o el vídeo. Su trabajo, iniciado en los años 80, inventa y reorganiza textos, imágenes, materiales y procesos, confrontando la presencia y la ausencia, lo material y lo inmaterial, lo visible y lo invisible, la transparencia y la opacidad, la apropiación y la creación. Así relaciona el exceso de imágenes en la sociedad actual con la escasez de significados que podemos atribuirles.

La muestra se centra en su producción de los últimos diez años, presentando también algunas obras menos conocidas de períodos anteriores. Se propone un recorrido articulado en torno a las ideas estéticas del artista, que cuestionan el sistema de convenciones de la representación de la obra de arte, a través de fotografías, vídeos e instalaciones, esculturas, pinturas y collages, y con un ecléctico muestrario de materiales no convencionales como hojas, polvo, óxido, metales, recortes de periódicos o trozos de billetes de banco, que se convierten en fragmentos de una poética crítica de las condiciones de representación de la vida y del arte en el mundo contemporáneo.

Entre las cuestiones abordadas por la obra de Aballí, podemos destacar el análisis del lenguaje y, más concretamente, la relación entre texto e imagen, entre las palabras y las cosas o entre los objetos y los términos que los definen. Algunas de las obras presentes en la exposición que ilustran estos conceptos son, por ejemplo, la serie de las denominadas Cartas de colores [Teoría] (2007) o las Vitrinas CMYK (2010), cuatro vitrinas -una por cada color de las tintas que se utilizan en los procesos de impresión- en las que el soporte convencional de la obra de arte se convierte en la propia obra y cuya función no es la de mostrar sino la de “demostrar” la paradoja de lo que no se ve.

Otra preocupación habitual en su trabajo es la dicotomía entre presencia y ausencia, donde especula con las nociones de desaparición, transparencia, invisibilidad e ilegibilidad. El resultado es una serie de obras en las que, pretendiendo insinuar más que afirmar, la presencia de los objetos es tan solo evocada. Es un singular juego con el espectador que consiste en la búsqueda de la realidad y de la ficción, de lo visible y de lo invisible, de lo transparente y de lo opaco o de lo que se muestra y lo que se esconce. Ejemplo claro de esta práctica son entre otras series Tomar medidas (2010), donde los aparatos de medición son los protagonistas, Entre líneas (2011), instalación basada en el espacio vacío e ilegible de los textos o la dedicada a las Dobles lecturas (2010), con alusiones a autores como Bernhard o Joyce.

Destacar por último, tal vez como el elemento intrínseco más característico de este artista, su necesidad de clasificar y ordenar. Encontramos a un creador que colecciona, inventaría y dispone meticulosamente las informaciones de los periódicos o recoge las imágenes reproducidas hasta el infinito. Hablamos ahora de series como Terminologías básicas del color, Listados, Mapamundi o Inventarios, realizadas todas entre 1998 y 2015 y en las que la repetición insistente de motivos iguales a primera vista lleva a la aparición de la diferencia.

Bibliografía:

Escrito por: Sonia Torres de Dios. 1ª Fotografía.