No he podido resistirme en el dia de hoy, que aun me encuentro de letargo vacacional a mostrar algo que ayer descubrí, la obra de Franchesca Woodman, sensible, frágil e hiriente, como esa porcelana china que de tan bella al tacto nos cortaria las yemas de los dedos, lástima que decidiese dejar la vida a sus 22 años de edad.
Y ahora queridos compañeros y compañeras continuen disfrutando de sus vacaciones y no olviden la carta a los reyes magos, es una de las pocas cosas por lo que merece la pena la navidad¡
Eva Maria Jiménez Priego
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