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domingo, 4 de noviembre de 2012

HOMENAJE A UN MAESTRO: RICHARD AVEDON

Hola de nuevo.

Espero que disfrutasen de mi primera entrada en la que hable del gran maestro Irving Penn.

En esta segunda entrega del mes a mes no he podido resistirme a mostraros el trabajo de la antítesis de Penn, otro GRANDE con mayúsculas…

                                                              RICHARD AVEDON:


Este fotógrafo estadounidense nació un 15 de mayo de 1923 en la ya gran urbe de Nueva York, el 25 de septiembre de 2004 sufrió un derrame cerebral durante una sesión de fotos para The New Yorker en San Antonio, Texas, el día uno del pasado mes de octubre hizo 8 años de su muerte.

 



Avedon fue el responsable de la revolución que sufrió el mundo de la fotografía de moda en los años 50, consiguiendo que las modelos posaran de forma natural, en lugar de las envaradas poses a las que todo el mundo estaba acostumbrado (por eso digo que es la antítesis de Penn y sus rígidas composiciones basadas en la forma), las retrataba riendo, caminando… sus fotos eran construidas pero respiraban una cotidianidad inédita en imágenes de la más alta costura del momento, la fotografía de moda jamás volvería a ser igual, convirtió a las modelos en objetos de consumo con nombres y apellido, sin el es muy posible que no hubiese existido el concepto Super Top Model.







Hablemos un poco de su historia, de familia judeo-rusa, su madre era aficionada a la fotografía y su padre era dueño de la tienda de ropa Avedon´s Fifth Avenue, en su hogar abundaban Vogues, Vanity Fairs y Harper´s Bazaars, de las que no solo guardaba un archivo de sus favoritas sino que su dormitorio estaba empapelado de arriba a abajo con fotografías de moda. Tras cursar un par de años de Filosofia en la Columbia University (de 1941 al 42) decide abandonar los estudios universitarios y enrolarse en la marina mercante, armado con su segunda cámara (la primera fue una Kodak Box Brownie), una Rolleiflex que le regalo su padre, se le comisionó para hacer las fotografías de identificación de todo el personal. Durante el tiempo que estuvo de servicio realizó mas de cien mil retratos, consiguiendo un dominio técnico genial. Al terminar la guerra se fue a estudiar Laboratorio de Diseño en la New School of Social Research, donde le dio clase Alex Brodovitch (director de arte de Harper´s Bazaar), quien lo apadrinó inmediatamente y lo invito a publicar en al revista con solo 21 años; esta relación duraria veinte años, en 1945 se convirtió en el jefe de fotografía. En 1946 visitó por primera vez París, en plena reconstrucción de la industria de la alta costura en la que se reincidía en el estilo Art Decó de la preguerra, cosa que nuestro protagonista de hoy cambio para siempre como ya hemos contado. Cuando salió de Harper´s para entrar en el staff de Vogue (en el que permaneció hasta la entrada de Anna Wintour como editora jefa) firmó un contrato por un millón de dólares, pudiendo darse el lujo de ser un divo y certificando que ser fotografiado por Avedon era una especie de “certificado de celebrity”, a los que flanqueaba para llegar al fondo de sus personas y sacar un retrato con gran fuerza más aya de las fachadas públicas, denotando que para Richard, el retrato era lo verdaderamente importante y dejando claro que la moda para el era algo menor y aquí es donde empiezan tres trabajos consecutivos que conjuntamente hacen una critica a la sociedad americana: “Nothing Personal” (Dell Publishing) un trabajo en que en formato díptico se muestran retratos que subrayan la disparidad: poder/humildad, juventud/vejez, profundidad/frivolidad; “The Family” (Rolling Stone Magazine) son 69 retratos de personas poderosas, con cierto aire de desprecio hacia los sujetos que se ven incómodos, con los que no hablaba; y, por último, su famosísima serie “In The American West” en la que retrató a 752 personas entre 1979 y el 84, donde deja a un lado las celebridades, las modelos y los políticos para retratar al ciudadano/a corriente, para lo que recorrió diferentes estados de la parte occidental de USA, con su fondo blanco y su cámara de gran formato “bajo el brazo” para seguir con esa mirada provocadora con la que consiguió esas grandes fotos.







 


 

 
 

 Espero que lo hayais disfrutado, lamento no poder poner más fotografías ya que no ando muy bien de tiempo y el posible desorden cronológico entre proyectos/fotos que pueda haber. Gracias por leerme, un abrazo.


 Por Pablo Pérez León


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