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domingo, 31 de marzo de 2013

HOMENAJE A UN MAESTRO: HELMUT NEWTON


Hola otra vez.

Disculpad el retraso y el dejar de hacer esto mes a mes, le pegaré un empujón y lo pondré al día…

Después de hablar de dos iconos del siglo XX: Irving Penn, con sus grafismos, sus altos contrastes y su silencio; y Richard Avedon con ese estilo ágil y trepidante que refrescó la moda después de Cecil Beaton. Es hora de hablar de alguien muy especial para mí, que personalmente me caló muy hondo, junto con otro, Miguel Oriola, que cuando solo tenía 18 hippiescas primaveras (sí, sí, muy literales y alocadas) me cambió la forma de ver, modelando ese basto bloque de barro que después yo mismo cocería, despertando así a mi "jeta", ese "hombre-animal" con cara de león que me persigue a cada pasito que doy por esta vida y me dice cosas al oído cuando nadie mira… Lo que vengo a contar con esto, ya bajando de las ramas, es que si parte de mi trabajo fotográfico tiene una gran carga erótica o directamente sexual, para algunxs incluso obscena (lxs que me conocéis bien y habéis podido verlo lo sabéis) fue en principio por culpa de estos dos señores y hoy día sigue sumando la lista con cracks como Klein, Meisel y un largo etc…

Así que sin más preámbulos autobiográficos (total, tampoco hay mucho, solo tengo 23 años) paso a contaros un poco su historia.

HELMUT NEWTON:


Este fotógrafo judio-alemán nacido en el Berlín de 1920 y fallecido en un accidente de tráfico el 31 de octubre del 2004 (un mes y seis días después de la muerte de Avedon). A la tierna edad de 12 años, cuando aun se apellidaba Neustädter, compró con sus propios ahorros la primera cámara de su entonces inexistente carrera, una AFGA Tengor Box. Cuatro años más tarde se convierte en discípulo de la fotógrafa Else Ernestine Neuländer-Simon A.K.A Yva (tengo pendiente un rastreado serio de su obra, promete mucho, era muy avanzada a su época; lamentablemente, no sobrevivió al holocausto) que le influencia fuertemente a coger un camino que poco podía entender el padre de este genio, que tenía previsto para su hijo seguir con la fábrica de botones que poseyó hasta 1938, momento en el cual su familia se exilia en Suramérica y el huye a Singapur con una Kodak y una Rolleicord que pronto le darán de comer, aunque no por demasiado tiempo, haciendo fotografías por primera vez de forma profesional para el "Straits Times", periódico al que no gustaban mucho el estilo fotográfico del chico, por lo que dos meses después ya no tenía trabajo. Se fue a Australia, donde estubo en un campo de internamiento por ser ciudadano alemán, pero en un espacio aparte por no tener pasaporte, ya que se lo decomisaron al salir de Alemania, salió del campo al alistarse en el ejercito australiano, donde permaneció hasta el final de la II Guerra Mundial. En 1945 pasa a apellidarse Newton y monta su propio estudio en Melbourne, tres años más tarde se casa con la actriz June Burnell, más conocida en la fotografía como Alice Springs, la cual en la década de los 70 acabaría portadas para Elle y fotografiando a gran cantidad de famosos, como Yves Saint Laurent, todo porque un día su esposo estaba enfermo y tenía que cumplir un encargo para la marca de cigarrillos Gitanes, después de unas nociones básicas del manejo de la cámara, June despegó sola. El ahora apellidado Newton trabaja duro en su estudio hasta que consigue dar el salto a Vogue Australia. En 1956 logra su primer trabajo con un suplemento del British Vogue edición australina. Pese a la oportunidad de firmar en la cabecera de la famosa revista y volar a Londres con el sueño cumplido de un contrato por 12 meses, solo un mes más tarde se va a París donde se instala definitivamente en 1961 y sigue trabajando con revistas francesas y alemanas. En París encuentra el estilo que lo define, encuentra esa perversión característica que irá aumentando con el tiempo, trayendo la controversia a la moda y llevando a una época dorada a Vogue París. Amante de la luz natural y el blanco & negro que por lo general usaba en sus imágenes de técnica muy depurada y sin retoques. Una enorme cantidad de famosas querían aparecer en la película que había tras su obturador, elevó aún más a Yves Saint Laurent desde la década de los 60. Mr. Newton es sinónimo de sensualidad sexual y estilo, su fetiche eran las piernas, provocador, marcó una antes y un después con su ruptura de las reglas formales en la moda y un estilo claramente reconocible.










































Siento no haberme podido documentar más ni hacerle justicia real a este magnífico, tengo pendiente para este verano la lectura de su autobiografía, junto con "Estética fotográfica" de Fontcuberta y "Fotografía de Creación" de Gomez Isla.

Por: Pablo Leono (Pablo Pérez León) 1º de fotografía artística

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